viernes, 11 de diciembre de 2015

HUAKES, TURQUIADAS Y COPLAS EN LA NACIÓN CHICHAS (Freddy Tarcaya Gallardo Sureño 4/11/2015)


El calendario ritual de la Nación Chichas tiene tiempos específicos y está marcado por ciclos agrícolas claramente establecidos, por ejemplo, la época de la siembra se marca con el fin del mes de la phacha = tierra, es decir agosto, cabe anotar, que no es lo mismo decir phacha que pachamama en la cosmovisión chicheña. El huake o wuake palabra kunza, es un sistema de solidaridad comunitaria vigente en las siembras en el caso de la parcialidad de los Lípez – atacameños es usado también en el trabajo para las construcciones de casas de los recién casados. El huake como trabajo solidario es propio de los chichas y su vigencia coincide con la llegada de la primavera.

En este contexto aparece Todos Santos, que no es una fiesta plenamente cristiana, sino, un culto precolonial a los muertos, pues la colonia al imponer sus dogmas adaptó e impuso sus ritos a las fiestas tradicionales de los pueblos, a este fenómeno algunos denominan sincretismo religioso o mejor dicho seria coexistencia o yuxtaposición cultural, que en este caso se concreta en una manifestación de la cultura chicheña actual.

En esta fiesta denominada despectivamente “pagana”, trasciende lo esencial de la tradición chicheña, las ofrendas a los “muertos” que viven en otra dimensión y retornan a este mundo, se expresan en la ritualidad de las tumbas, la visita a los cementerios donde las coplas adquieren una connotación “triste”, sin dejar la broma se canta a las almas. Esta forma de canto ya fue descrita por los propios cronistas españoles, por tanto, la copla tiene su forma particular en los chichas y no es plenamente española, aunque la copla actual también se ha nutrido de ella. En la copla de Todos Santos destacan entre otros instrumentos la caja y la quenilla, no se aprecia el erke = cantor en kunza, se la canta en quechua y castellano.

Los turcos como categoría expresan conceptualmente a la ofrenda en general, donde se encuentran masitas de todo orden, generalmente las que son elaboradas de harina y cuyo componente fundamental es el azúcar para agradar el paladar de los difuntos. El turco chicheño tiene similitud con el turco mexicano, al igual que el tamal y la huminta que definen lingüísticamente los mismos elementos alimenticios cuyo componente es el maíz, el origen de dichas palabras se encuentran el tronco lingüístico chibcha – paezano del cual el kunza es una ramificación.

Entre las masitas es importante destacar una en particular; la capia, un panecillo o galleta de maíz amarillo, es de origen kunza que refiere inicialmente a una variedad de maíz amarillo de los valles chicheños. La capia y el turco, por ejemplo, se usan como palabras del “habla chicheño” en el Norte chileno, argentino y el Sur boliviano.

El ritual comienza el 31 de octubre a las 12:00 p.m. cuando las almas de los niños visitan las tumbas que asemejan altares que las familias de los difuntos preparan en honor de los ausentes. Al mediodía del 1° de noviembre los niños regresan, para dar paso a las almas mayores que entran a esta dimensión, visitan las tumbas, deleitan sus platos, bebidas, masitas y regresan a su mundo el 2 de noviembre, igual a las 12 en punto. Generalmente niños y mayores recorren las tumbas en los domicilios, elevan, rezos, canticos y coplas para los difuntos a cambio de ello reciben turcos, a este hecho se denomina turquiar o turquear. Las turquiadas son una vieja tradición chicheña.

Fuente: Kunza El Idioma de la Nación Chichas