martes, 26 de mayo de 2009

EL RACISMO EN SUCRE Y LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO


EL RACISMO EN SUCRE Y LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO

Freddy Tarcaya Gallardo

Definidamente el racismo no es una expresión cultural o simplemente un prejuicio de grupos sociales sobre otros, sino, es en esencia una expresión de social de una sociedad dividida en clases sociales, vale decir, de una sociedad donde existen opresores y oprimidos, ricos y pobres. Y en Bolivia además de ello, el rasgo que distingue al racismo tiene como característica fundamental la escisión entre lo blancoide y el indio, entre el campesino y el citadino.

El racismo entrecruza todos los poros de la del tejido social y a su aberrante expresión no escapan los propios indios, blanqueados o mestizados por la vestimenta o el habla de un buen español. Esta connotación societal, tiene como cuño alienante: la negación del indio dentro del propio indio, es decir, el odio así mismo, que se manifiesta también como un conflicto de identidad que genera no sólo comportamientos individuales rencorosos, sino, también conductas sociales espantosas.

Entre los espantos sociales recordamos lo acontecido en Sucre el pasado año, justamente un día antes de la conmemoración del 25 de mayo, cuando una turba embriagada de intolerancia y racismo arremetía contra campesinos indígenas. Se escuchaba decir en las grabaciones “que agarre el campesino” refiriéndose a una wiphala ardiendo los escupitajos, patadas, puñetes tomaron cuerpo en una flagelación inhumana y cruel, negada por los azuzadores del crimen racista, pues el Comité Interititucional de Sucre, desmintió con tesón y sin rubor el hecho. “El indio de mierda”, “el t’ára”, fue puesto de hinojos en plena plaza de la libertad, ante la derecha miserable que había logrado embriagar a la masa de iracundos mozalbetes, que actuaban como prolongación del fascismo y su política opositora.

UN AÑO DESPUES DEL CRIMEN RACISTA.

EL sábado 23 de mayo de 2009, “La Red Antirracismo” se atrevió a realizar el Seminario “Racismo, Discriminación y Derechos Humanos en la Bolivia de Hoy” y II Encuentro Nacional de la Campaña Nacional contra el Racismo, la Discriminación y la Impunidad, en el propio centro de Sucre, a media cuadra de la Plaza 25 de Mayo. La intolerancia de los “niños bien” y las señoras de copetudas, no se dejaron esperar, mientras se colocaba un cartel que hacia referencia al evento. A voces bajas se escuchaba entre los irritados, “Aquí no hay racismo entupido”, “Le vamos a avisar a Aide Nava para que clausure el Hotel”, “son los negritos” y otros exabruptos menos deliciosos.
Mientras transcurría el desarrollo del evento con la exposición de Exposición de Denis Racicot – Representante en Bolivia del Alto Comisionado de NNUU para los DDHH, con el tema: “La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, los Derechos Humanos y las recomendaciones de Durban en el contexto boliviano”. Se escuchó la caída del cartel que identificaba al evento, pacientemente se procedió a colocarlo por segunda vez, al cabo de una hora nuevamente la mano criminal de la derecha atentó y cumplió su función antidemocrática, en el intento de acallar el hecho evidente, de que en Sucre existen grupos fascistas que actúan corporativamente bajo la tutela del Comité Interinstitucional de Sucre.
LA NEGACIÓN DEL INDÍGENA INTERNALIZADO
El problema de la negación del yo interno y la identificación masoquista con el racista oligarca, es un hecho cotidiano en los sectores del lumpen: indígena estudiantil que pretende asenso social o cree que ya lo ha logrado, cuando a pisado la universidad o ha bebido merced a la dadiva del patrón político del Comité Interinstitucional.
Si partimos del hecho de que la mayoría de los bolivianos, por esencia tiene en su interior algo de indio, entonces llegamos a la conclusión de que somos una sociedad indígenizada por excelencia. La negación de este hecho real conlleva a conflictos de identidad atroces a quienes abrazan el racismo al momento de pretender reconocerse o auto identificarse, esta situación conflictual se expresa cotidianamente cuando escuchamos clichés como: “soy colla pero no indio”, “El que no salta es llama”, o leerse grafittis “Viva el veto a la altura llamas de mierda”. Estas referencias de conductas primarias, tienen su mentís, cuando los que gritan a voz en cuello son los propios indios, que tienen muy penetrado a lo indio, se niegan a si mismos en una descriterio infernal, que les debe causar no más de cien pesadillas y terror al mirarse al espejo.
Por ejemplo, el 23 de mayo en la noche, mientras se desarrollaba una serenata conmemorando los 200 años, de pronto algunos jóvenes empezaron a gritar “el que no salta es llama”, la mayoría de ellos por rasgos, tenían que haber salido debajo de una pollera hace una o tres generaciones atrás. El despropósito de los jóvenes sólo puede explicarse, por alto grado de alienación con los sectores conservadores blancoides, quienes se expresan en el cerebro atiborrado de los “serviles”, ideólogizados con elementales ideas de “autonomía”, “capitalía”, “llamas”, “masistas”, e “indios”.
LO OCURRIDO EL 24 DE MAYO DE 2009
El 24 de mayo las organizaciones sociales, nacionales y regionales, se concentraron en el lugar conocido como el Abra, indígenas, campesinos, estudiantes, y el pueblo de Sucre se volcó resuelta hacia la plaza 25 de mayo donde un año antes los vejámenes crueles a más de 150 campesinos se habían concretado sobre los estoicos cuerpos indígenas.
Al acercarse los ruborosos rostros de las copetudas resplandecían y espantadas susurraban “vienen los campesinos Santa Maria madre de Dios ruega por nosotras”. Mientras que en el fondo se escuchaban los mueras al racismo, y los vivas a Bolivia unida. La gente del pueblo; niños y jóvenes aplaudían la marcial entrada, de los redimidos de la ignominia fascista. Diez mil marchistas como un grito granítico se mezclo con aplausos y lagrimas de los capitalinos.
En un acto de incoherencia política y oportunismo “olañetista”, la plana mayor del fascista Comité Interinstitucional de Sucre, batió palmas al compás de Sabina Cuellar, Aide Nava declaró que en Sucre no hay racismo y que no se puede echar la culpa a los 310 mil habitantes por unos “cuantos”, cuando esos “cuantos” son los grupos de políticos encaramados en la prefectura, la alcaldía y el pestilente Poder Judicial de la que forma parte la costra politiquera que usufructúa de las arcas del Estado.
La marcha antirracista terminó sin mayores anécdotas que el miedo perruno de los grupos fascistas que pretendían otra humillación a los campesinos, pues minúsculo grupo de la banda fascista “Juventud Kochala”, quedó arrinconado y sin posibilidad de poner en acción sus bates manfredistas.

martes, 19 de mayo de 2009

SOBRE GUILLERMO LORA ESCOBAR

SOBRE GUILLERMO LORA ESCOBAR

Freddy Tarcaya Gallardo

Ha cerrado los ojos para siempre el militante proletario Guillermo Lora Escobar, quien forjó la obra revolucionaria más importante del país en 67 tomos de las “Obras Completas” de historia política e investigación social que plasmaron las vicisitudes de la clase obrera boliviana.

Este legado de literatura marxista cuya esencia radica en el método dialéctico interpretó con claridad meridiana el desarrollo histórico - social del país, sobre todo en las obras capitales de los V tomos de la Historia del Movimiento Obrero Boliviano, que examinan la transformación de la clase obrera de en si para si, vale decir, el cambio de cualidad de inconciente en conciente, hecho que culmina con la famosa Tesis de Pulacayo aprobada en un congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia en noviembre de 1946.

Desde ese preciso momento la política boliviana cambió el eje de la discusión teórica, pues la mencionada tesis generó variantes ideológicas diversas desde sus propugnadores y detractores al convertirse la misma en el horizonte y acción política del proletariado. La imposibilidad del desarrollo capitalista pleno en Bolivia ante el fracaso de burgueses de la plata, Pacheco, Arce y Aramayo quienes peregrinaron Europa en busca de tecnología para el desarrollo industrial de Bolivia, fue patentizada en el primer tomo de la Historia del Movimiento Obrero Boliviano, además, de otros aportes intelectuales.

La fineza de la pluma del bolchevique boliviano merced a la lucha de clases de cuyo ardor destiló aportes como: Las masas han superado al nacionalismo, la Revolución India, Foquismo y Revolución y otras magistrales creaciones, quedan como escritos clásicos del movimiento marxismo internacional. Pues para entender la historia política boliviana es necesario remitirse a ellas por un acto de honestidad intelectual, si se quiere conocer verazmente el proceso político boliviano.

Como todo hombre excepcional el 17 de mayo de 2009, Lora ganó su última batalla, derrotó a la muerte y pasó a formar parte de los pocos revolucionarios mundiales que viven en sus acciones y obras, la estantería revolucionaria tiene hoy a disposición la obra monumental del revolucionario profesional que consagró su vida al comunismo como tantos otros clásicos marxistas.