viernes, 1 de mayo de 2015

PRIMERA CELEBRACIÓN BOLIVIANA DEL DÍA DEL TRABAJO: “UNIÓN OBRERA 1° DE MAYO”, TUPIZA 1905

PRIMERA CELEBRACIÓN BOLIVIANA DEL DÍA DEL TRABAJO: “UNIÓN OBRERA 1° DE MAYO”, TUPIZA 1905

PRIMERA CELEBRACIÓN BOLIVIANA DEL DÍA DEL TRABAJO: “UNIÓN OBRERA  1° DE MAYO”,  TUPIZA 1905

 

Freddy Tarcaya  

 

Luego de la Masacre de Chicago el Congreso de la Segunda Internacional Socialista fue convocado en julio de 1889, el cual declaró en París el 1° de Mayo como “Jornada Internacional de lucha por las 8 horas de trabajo”. Allí participó el delegado argentino Alejo Peyret y un año después 1890 se conmemoró en la Argentina el primer día del trabajo en Sud América. 15 años después el 1° de Mayo de 1905 en Tupiza tuvo eco el grito proletario de los mártires de Chicago. Fue precisamente la organización anarquista “Unión Obrera 1° de Mayo”, la que irrumpió a principios del siglo XX. El anarquismo pronto quebró la barrera de los andes para afincarse en un valle entre cerros colorados.

 

Tupiza era entonces una pequeña ciudad, pero de gran importancia política fue el escenario donde debutaban los anarquistas con su propio periódico: “La Aurora Social”, que levantó su voz el 1° de mayo de 1906, bajo la dirección de Mateo Scarnic, Federico Martínez, Víctor Cruz, Nicolás Tejerina, Cesáreo Velázquez, Nicanor Varela y Casiano Ustariz. El periódico anarquista pronto había hallado cobijo y germinado hasta materializarse, inicialmente en una publicación eventual, cuyo encabezado lo establecía como a un “Órgano de defensa y propaganda de la ‘Unión Obrera 1° de Mayo’.- Escrito por el Pueblo y para el pueblo.- Sostiene Principios Socialistas.”La publicación era elaborada en la antigua calle Chorolque.

 

La agrupación obrera en el primer número de su periódico refiere que “El 1°. De Mayo de 1905, por vez primera se celebró la fiesta del trabajo, merced a una iniciativa de los artesanos de esta ciudad, los que en ese día tuvieron una reunión y acordaron hacer un llamado general a todos los obreros de la Provincia, para organizar una organización de defensa. Tan plausible iniciativa vio coronados sus esfuerzos por la más halagüeña realidad, constituyéndose definitivamente el día 6 de Mayo de 1905, bajo el título ‘Unión Obrera 1°. De Mayo’ y lanzando a fines del mismo mes, un ‘Manifiesto’, en el cual exponían sus propósitos”. Los anarquistas chicheños habían puesto en pie su organización ya en el año 1905, cuyo acto formal coincidió con el 1° de mayo, el singular manifiesto referido probablemente se haya perdido para siempre. Queda establecida entonces como fecha fundación de la “Unión Obrera 1° de Mayo” el 6 de mayo de 1905 y la primera conmemoración del día del trabajador el 1° de mayo de 1905.

 

La fundación de Unión Obrera 1° de Mayo

 

Lo que podría considerarse el acta de fundación dice textualmente: Al Pueblo de la Provincia Sud Chichas. “Compañeros: Todos los artesanos de esta ciudad de TUPIZA, secundados por un núcleo de entusiastas jóvenes y fundados en el derecho que la Constitución Política del Estado concede a todo habitante, hemos resuelto en acto solemne, el día 6 de Mayo constituirnos en un centro independiente denominado “UNIÓN OBRERA 1° DE MAYO”.

“Hasta el presente hemos permanecido dispersos, cual hojas dadas al viento del destino; extraños a todo movimiento de progreso, sin ideas ni principios, ni menos convicciones propias, que sean norte de todas nuestras acciones en las desesperadas luchas por la vida; hemos vegetado en la más triste ignorancia y en nuestros hogares ha reinado la desesperación, y el abatimiento moral, consecuencias de la más horrenda miseria.

Tanto los favorecidos de la fortuna como los que podían levantarnos, han mirado indiferentes todos nuestros sufrimientos, y llegados estos al paroxismo, nos hemos unido todos por nuestra propia y espontanea voluntad, proclamando a los cuatro vientos, las doctrinas más humanitarias y las ideas más nobles y levantadas de nuestro siglo (…)

Habitantes todos de este suelo, convencidos de lo grande y noble de los ideales que perseguimos; venid, venid sin tardanza a engrosar nuestras filas, porque en ella está la unión sincera, el trabajo honrado que dignifica y levanta; y la igualdad que nos hace a todos hermanos en la idea sacrosanta del bienestar y progreso. Ha llegado ya, juventud tupiceña, la tan ansiada hora en que inicies las sublimes luchas intelectuales; es la alborada de una nueva vida en la que con todo orgullo, sabrás cumplir con tu destino”.  (Aramayo, 1953: 158, 159) 

 

Organización y Principios Programáticos

 

La “Unión Obrera 1° de Mayo”, estuvo conformada principalmente por artesanos, quienes tomaron la posta anarquista que floreció beligerante alrededor de su propio periódico, contaban con la denominada “Biblioteca Popular”, la misma que fue establecida con donaciones y sobre todo con verdaderas joyas de la literatura anarquista, el “teatro socialista” y la música fueron también actividades por las cuales se impartía las ideas heréticas.

 

La organización ácrata giró alrededor del célebre 1°de mayo, cuyo significado se había convertido en una bandera e hito de reivindicación del proletariado internacional, precisamente “Es en Tupiza y a  la ‘Unión Obrera 1°. de Mayo a quien se debe la gloria de haber sido la primera en dar el grito del socialismo en Bolivia; y hoy día, – afirma La Aurora Social – conmemorando el primer aniversario de su fundación, efectuará una manifestación pública, no de fanáticos que van en pos de un objetivo irrealizable sino de honrados obreros que tras un rudo trabajo, proporcionan a sus doloridos miembros un día de solaz y alegría, y van a recoger la fecunda savia de la enseñanza, y la educación escuchando la palabra de sus oradores, que en local social dejarán oír sus conferencias”. Sin duda la organización anarquista por el año 1906, ya había sentado sus bases, pues contaba con una sede social y ostentaba haber sido la primera en haber proclamado el socialismo en Bolivia.

 

Los principios socialistas que aduce la Aurora Social definen claramente su postura ideológica y su concepción respecto a la función de las clases sociales del moderno modo de producción capitalista, que para entonces en Bolivia se estructuró como consecuencia de la incorporación del país a la división internacional del trabajo como productor de materias primas, bajo un sistema meramente extractivo. Este modo de producción definía a Bolivia como un país capitalista cuya expresión social se manifestaba en el proletariado y la burguesía. En la portada de la Aurora Social N°1 bajo el título de “Nuestro Programa”, se sostiene:

 

“Entre el proletariado, de todo oficio y condición, y el capitalista – sea industrial o afincado, agrícola ó minero, etc.- existe el antagonismo de intereses de clases. La primera más numerosa pero débil, desposeída, no tiene más que sus brazos, su inteligencia su fuerza de trabajo; la segunda es pequeña pero fuerte, pues posee la tierra, minas, instrumentos de trabajo y medios de cambio y circulación”. En Tupiza se manifestaba físicamente la presencia de formas de producción capitalistas agrícolas, mineras y bancos.
La atmosfera económica era evidente como consecuencia de la explotación minera por parte de la Compañía Minera Aramayo Franke y la Empresa de Mauricio Hochschild, fueron palancas para la generación de un ambiente social y político que propició la germinación social – anarquista. Los Aramayo tenían en el área rural chicheño, propiedades agrícolas bajo un régimen semi feudal, lo mismo que Hochschild, expresaban a la clase capitalista.

 

La lucha de clases se planteaba en términos químicamente puros entre burguesía y proletariado, no aparecía en declaraciones liricas sino que se manifestaba como hecho económico concreto. En Tupiza, “La idea de lucha de clases nace, se extiende; ella será en lo futuro nuestra guía segura, nuestra estrella polar. No queremos una lucha individual. Al individuo lo borramos Ante nuestro programa desaparecen el regionalismo: el cantón, ciudad, provincia y departamento.- la lucha emprendida no sólo es nacional sino también internacional. (Ídem.) El internacionalismo proletario planteado en Tupiza reflejaba a cabalidad la lucha de los trabajadores.

 

Esta acción política generó malestar en las costras burocráticas y sociales del Estado, al respecto la “Aurora Social” argumenta que “Almas mezquinas y espíritus envidiosos y retrógradas, han creído ver en la creación de nuestra sociedad, una turba de fanáticos que todo lo iban a destruir a su paso; han tratado de ahogar en sus comienzos, la idea de la emancipación y progreso; ora valiéndose de la fuerza pública, y propagando voces en que se nos pintaba cual fieras. Hemos despreciado sus habladurías como se desprecia a los ineptos. (…). Si el proceder inocuo de esos vampiros ha podido perjudicar a la clase obrera, no ha podido detener en su lucha emancipadora más bien la ha acelerado.(Ídem.)

 

El prejuicio conservador ante la novedad revolucionaria tuvo que materializarse con el uso de la fuerza coercitiva de la Policía, pese a la adversidad al cabo de un año de la aparición de la “Unión Obrera 1° de Mayo”, la organización obrera se levantaba incólume. Los pioneros anarquistas en Bolivia señalaron con exactitud el camino de la independencia ideológica y política de los trabajadores, respecto a los partidos conservadores y liberales de la época, que usaban los a las agrupaciones obreras para sus fines políticos y económicos que en última instancia respondían a las compañías mineras capitalistas.

 

“La lucha pacífica emprendida por nuestra agrupación contra todo lo que signifique atraso, opresión y explotación, debe ser imitada por nuestros camaradas del interior; deben desechar toda esperanza de ayuda que emane de los poderes, no es el gobierno quien da vida y carácter al movimiento emancipador del proletariado; hemos probado en la práctica, que la emancipación de la clase proletaria debe ser obra de ella misma”. (Ídem.)

 

La constante de la lucha del movimiento obrero, tiene que ver con la independencia de la clase proletaria respecto a la clase capitalista, en esa premisa la agrupación anarquista de Tupiza llamó a los trabajadores bolivianos a desembarazarse de los patrocinios del gobierno y el Estado, para luchar por sus propios objetivos.

 

Los propósitos de los redactores de la Aurora Social son reflejados “En su editorial de 30 de noviembre de ese año, – 1906- leemos: ‘Nuestros asalariados ya no serán considerados como producto natural concedido al rico para su explotación. No; el proletariado boliviano empieza a tener convicción de su potencia. La voz de protesta se deja sentir en diversos puntos: ayer en esta luminosa ciudad, Tupiza: hoy en La Paz y Potosí, en Uyuni y Oruro; mañana será en los minerales esas negras cavernas que devoran tantas vidas…’” (Aramayo, 1953: 159) 

 
El campanazo libertario había hecho mella, más por las condiciones concretas del desarrollo histórico de la conciencia de clase del proletariado, que por la titánica labor de los revolucionarios, sin duda habían abierto la brecha para el aluvión de organizaciones obreras anticapitalistas que se ponían en pie como un reguero de pólvora.