sábado, 12 de junio de 2010

LOS SIMBOLOS PATRIOS DE LA REGIÓN DE LOS CHICHAS: Contexto histórico

LOS SIMBOLOS PATRIOS DE LA REGIÓN DE LOS CHICHAS: Contexto histórico


FREDDY TARCAYA GALLARDO

Los símbolos patrios de una determinada región departamento o país, expresan construcciones identitarias logradas en procesos históricos, que reflejan atributos naturales y socio históricos, cuyos acontecimientos se desarrollaron en escenas que pasaron a los anales de la historia

El uso de la bandera y el escudo como símbolos, tienen como rasgo fundamental, distinguir a los grupos sociales que se organizan en ejércitos para el campo de batalla y la guerra, o bien en contiendas no marciales. Es decir que los símbolos diferencian a los bandos en pugna, en cuyo manto se cobijan quienes han optado por una posición en la guerra, adoptando objetivos sociales, políticos y territoriales de una clase social o elite, que acaudilla el desplazamiento económico y social a otro nuevo. Entonces tomar partido por una postura política – militar implica abrazar los objetivos históricos de una posición que busca destruir un orden anacrónico que ha concluido con su ciclo.

La lucha por la independencia americana a principios del siglo XIX, exteriorizó la pugna por el nacimiento de republicas que fueron fundadas sobre la anacronía hispana De este modo los ejércitos bajo la bandera colonial y la anticolonial se batieron en cruentas batallas, siendo precisamente la región de los chichas, el escenario de las mismas, testimoniando los combatientes su presencia en los valles .

El 7 de noviembre de 1810 “La Batalla de Suipacha, fue el inicio de la Guerra de emancipación en el Alto Perú y fue el nacimiento del Ejercito Patriota de Chichas; que peleo aguerrido en los 15 años de lucha sin cuartel para hacer de su territorio, una nación libre del sojuzgamiento colonialista. Este ejército patriota de Chicheños tiene el merito de haber protagonizado las victorias de la primera a la última batalla, en la guerra por la independencia de Bolivia”. [1]

El primer triunfo sobre armas españolas ocurrió cuando las “las tropas concentradas en Nazareno a las órdenes de Güemes, acompañadas de la caballería chicheña de Tupiza comandada por el coronel Pedro Arraya – imprevistamente - atacan el Campamento realista de Suipacha el 7 de Noviembre obteniendo un triunfo contundente El triunfo de Suipacha tuvo un fuerte efecto moral, que se vio reflejado en el pronunciamiento de las ciudades de Potosí el 10 de noviembre, Chuquisaca, La Paz y Cochabamba (en donde Esteban Arze consiguió el triunfo de Aroma el 14 de noviembre) en favor de la Junta de mayo.”[2]

El escudo de armas de la Junta de Buenos Aires


De este episodio independentista emergió un reconocimiento que la Junta de Buenos Aires hizo a quienes tomaron parte en la Batalla de Suipacha, de este modo un símbolo patrio fue ganado en una acción de combate por la independencia, el documento reza:
“… La junta ha resuelto, que a mas de los ascensos militares, con que serán premiados, los que se hayan distinguido en acción, apenas venga el detalle de ella, todos los oficiales y soldados que se hallaron en el combate, usen un escudo en el brazo derecho con fondo paño blanco y esta inscripción: ‘LA PATRIA A LOS VENCEDORES DE TUPIZA.’ Este distintivo queda establecido por regla general en el Ejercito y mediante el todo soldado llevará a la vista la historia de sus campañas; un premio de su valor y un estímulo para sus conciudadanos.” Gaceta de Buenos Aires, jueves 29 de noviembre de 1810[3].

El escudo reconoce a los militares del ejército auxiliar argentino que combatió en los campos de Suipacha, sin embargo, el reconocimiento a las milicias salteñas, jujeñas y Tarijeñas y sobre todo a los chicheños comandados por Pedro Arraya, había quedado en el limbo, hecho que fue puesto en evidencia en un oficio de la Junta a don Juan José Castelli, fechado en Buenos Aires el 4 de abril de 1811 que dice:
“Exelentisimo Señor: Con oficio de nuestra excelencia de 26 de febrero último, ha recibido esta justa copia de la arenga con que comunicó los premios y distinciones que se concedieron por ella a esas tropas y particulares, la cual se ha mandado a imprimir y publicar en la Gaceta. Dios guarde vuestra Excelencia muchos años, etc., 4 de abril de 1811.
Los particulares - anota Michel – eran los jinetes Chicheños, la caballería paisana que se suma con el joven Pedro Arraya.[4]


Los Indígenas chichas




Por otra parte el reconocimiento de Castelli hacia los indígenas chicheños se hace patente cuando termina el parte de guerra en Tupiza el 10 de noviembre afirmado que: “ … los naturales porción nobilísima de este Estado respira y ven el fin de su abatimiento en el principio de su libertad civil: están perfectamente impuestos de la causa, y bendicen al nuevo gobierno Concurren sin escasez con cuanto tienen, y sirven personalmente sin interés, y a porfía[5]
La participación indígena chicheña en la lucha por la independencia, fue un hecho permanente puesto que ellos nada tenían que defender en el régimen colonial, sus cadenas serían rotas en una nueva república al menos esa era su perspectiva.

Los indios chichas tomaron partido contra las autoridades coloniales incorporándose de manera firme e incondicional Afirma Castelli al respecto:
“Al conducir artillería se pegan 300 indios, y en hombros trastornan con ellos los cerros más encumbrados como si fuera una pluma, y andan remisos para tomar dinero, (…). [6]
El agreste terreno de la quebrada de Suipacha implicaba movimientos rápidos de la artillería, donde los indígenas merced a su número, fuerza y destreza en el desplazamiento en su propio terreno, facilitó la victoria independentista. Queda patente la fidelidad a la causa revolucionaria cuando;
“No han podido nuestros rivales hacerles formar ideas siniestras de nuestra conducta. Con la diferencia, de que han tocado desengaño bien encontrado, pues han experimentado de ellos el saqueo, que les hacían temer de nosotros. -Afirma Castelli -Sin que nadie les mandase, los indios de todos pueblos con sus caciques y alcaldes han salido a encontrarme, y acompañarme, haciendo sus cumplidos de modo más expresivo, y complaciente hasta el extremo de hincarse de rodillas, juntar las manos, y elevar los ojos, como en acción de bendecir al cielo. En solo la carrera de Jujuy a esta villa – Tupiza - cuento con mas de tres mil indios de armas, a la vez que los pida.” [7]
La participación y apoyo indígena a la causa de la independencia tenía como base fundamental el sometimiento ignominioso que había logrado imponer la colonia real, sobre la inmensa población indígena de los Chichas.

Así por ejemplo, la presencia en la región del caudillo indígena Dámaso Chorolque quien hostigaba con su tropa permanentemente a los realistas, estos decidieron acabar con el indio rebelde al amanecer de una mañana de diciembre de 1819:

Era de suma utilidad dar un golpe a este caudillo que se titulaba comandante general de la puna, y con este objeto mandó Canterac que se aprontasen 80 dragones americanos y 20 húsares de Fernando VII, y a las órdenes del comandante D. Rufino Valle los mandó adelantar sobre la Rinconada. Salió Valle de Tupiza el 9 de diciembre, y al siguiente día 10, al amanecer, alcanzó los enemigos ya a caballo, mandó cargarlos a la mitad de los dragones y a los 20 húsares, y lo ejecutaron con tal decisión, que sólo un hombre logra fugar, por la sobresaliente calidad de su caballo. Quedaron, pues, en poder de nuestros jinetes el caudillo Chorolque y su mujer con 24 prisioneros, 17 fusiles, una caja de guerra, todas sus caballerías y 2000 cabezas de ganado lanar que el enemigo había recogido.[8]

El legendario guerrillero que no había transado nunca la causa independentista, fue ajusticiado por los realistas para cuyo fin se habían movilizado. De esta manera es que el General realista “Espartero (…) obtuvo la triste distinción de acabar con Chorolque, uno de los guerrilleros más limpios y mejores de la guerra de independencia” [9]


La vida revolucionaria de Chorolque fue obviada por la elegante historia oficial criolla y sus alarifes, quienes han echado una mancha oscura sobre los indígenas rebeldes de los chichas, centrando la tinta en Pedro Arraya cuyo merito mayor fue haber comandado a sus guerrilleros en la Batalla de Suipacha, sus acciones ambivalentes posteriores le darían el titulo según Arnade, como el “guerrillero tránsfuga”[10].

El fin de la guerra

El ocaso de la guerra de independencia tendría su fin el 2 de abril de 1825, habían pasado 15 años de lucha sin tregua, los protagonistas de las primeras batallas perecieron o bien fueron desplazados por oficiales del viejo ejercito español y el grueso combatiente de mestizos e indígenas, termino bajo el mando de los criollos que afanosamente se encumbraron en las esferas de la comandancia a fin de perpetuar sus privilegios de casta feudal

Medinaceli quien hasta días antes era un oficial leal a la corona en una maquiavélica maniobra decidió cambiar de bandera y ponerse bajo el mando de Sucre de este modo combatió a Olañeta, comandante realista.



Antes de enfrentar a Pedro Antonio Olañeta según Cazón Carlos Medinaceli, habría arengado a sus tropas de la siguiente manera:







“Jefes, oficiales y soldados.
Valerosos Chicheños, Tarijeños, Compatriotas
Por la libertad y autonomía de la patria, enfrentemos decididos a la División enemiga que avistamos ya. De vuestro empuje, denuedo y valor de esta tarde 1rº. de abril, Jueves Santo, dependerá la gran victoria o la derrota definitivamente de nuestro Regimiento y Batallón “Cazadores” y “Chichas”.
Cortemos a su vez la traidora contramarcha del coronel Ml. Valdéz a. Barbarucho. Adelante camaradas! Y los enemigos que aparecen al norte y con ellos los del sud desaparecerán como las sombras en el día.
Campos de Tumusla, 1 de abril de 1825.” (Cazón 2006: 90)
Según Cazón la batalla Tumusla, habría comenzado a las 3 de la tarde terminando a las 7 de la noche, las fuerzas independentistas perdieron 156 combatientes y 271 fueron heridos, mientras que las fuerzas de Olañeta dejaron 509 muertos y 783 heridos, con esta batalla en suelo chicheño se selló definitivamente la independencia de Bolivia.

El escudo olvidado de los chichas

Mayo de 1829 Andrés de Santa Cruz asumía la presidencia de Bolivia, quien promovió la Confederación Perú – Boliviana siguiendo los postulados de Bolívar, sin embargo, dichos propósitos fueron socavados por la oposición oligárquica peruana – boliviana, que buscaba mantener sus feudos, ante las posiciones liberales de Santa Cruz[11]

El Mariscal de Cepita quien había servido también al ejército realista hasta 1820, merced a la labor de los chicheños en la guerra de independencia y su posterior consolidación, promulgo la ley de 9 de agosto de 1831



Que dice:
BATALLON PATRIOTICO DE CHICHAS. Denominación del Batallón n.º 5.º; que se le dedique una bandera; sus individuos son declarados acreedores á los premios de los defensores de la
Independencia.
ANDRES DE SANTA CRUZ PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
LA ASAMBLEA JENERAL CONSTITUYENTE DE BOLIVIA
CONSIDERANDO:
1º Que es un deber de la Representación Nacional recompensar las acciones distinguidas del patriotismo
2º Que los bolivianos que forman el batallón n.º 5º, han desamparado sus hogares y acudido al ejército, al primer llamamiento de la Patria,
DECRETA:
1º El batallón n.º 5.º será denominado: Batallón patriótico de Chichas.
2º El Ejecutivo le dedicará á nombre de la Nación, una bandera con la inscripción siguiente, en el cuerpo de las armas: El batallón patriótico de Chichas: independencia o muerte
3º Los jefes, oficiales, sarjentos, cabos y soldados del batallón patriótico de Chichas, que hicieren campaña, ó que se retiren por no tener esta lugar, con acreedores á los premios comunes que la ley señala para los defensores de la Independencia, y especialmente á la asignación de los terrenos baldíos de su orijen, en la proporción que designe la ley.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.
Sala de sesiones en la Paz de Ayacucho a 6 de agosto de 1831
Casimiro Olañeta, PRESIDENTE
José Manuel Loza, Diputado Secretario – Manuel de la Cruz Mendez, Diputado Secretario.
Palacio de Gobierno en la Paz de Ayacucho á 9 de agosto de 1831.
Ejecútese.
ANDRÉS SANTA-CRUZ
El MINISTRO DE LA GUERRA,
José Miguel de Velasco

La bandera azul de la gran región del chichas

Sobre todo en Tupiza, es oficial el uso de la bandera Azul Grana en eventos cívicos, culturales y deportivos, pese a ello, sobre el origen de la bandera chicheña se indagó poco y no se determinó las circunstancias históricas en la que fue adoptada para sí, o bien creada, lo cierto es que su uso se pierde en la memoria y muchas generaciones que han crecido bajo su amparo, sin percatarse de su origen y significado

Ante esta situación nos remontamos nuevamente a la guerra de independencia para determinar el contexto en que surgieron los símbolos de la tierra chicheña Las únicas referencias fehacientes que se tienen sobre el uso de la bandera Azul Grana corresponden a las Batallas de Vilcapugio y Ayohuma el 1 de octubre y el 14 de noviembre, respectivamente, de 1813. Circunstancias en que Manuel Belgrano fue derrotado por Joaquín de la Pezuela, jefe de las fuerzas españolas en el Alto Perú quien tenía el objetivo de sofocar los intentos de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, que pretendía extender la libertad y dominio territorial sobre el Alto Perú.

Después de ese episodio fatal para el Segundo Ejercito Auxiliar Argentino. En 1885 mientras el cura de la Parroquia de Macha Primo Arrieta “Con motivo de alguna fiesta religiosa en los anexos de su vasta parroquia, (…) dispuso el aseo completo de las capillas de Pumpuri y Titiri, próximas a Macha, tarea que se efectuaba bajo su inmediata vigilancia. Al retirar los cuadros antiguos – que habitualmente se colocan en las paredes laterales del altar mayor – quedaron al descubierto, en una de las capillas, dos banderas de seda clavadas en las paredes, detrás de los cuadros, una con los colores azul y blanco y otro con los colores rojo y azul; una de ellas con manchas de sangre. Sin disimular su sorpresa (…) llamó capilleros – ya ancianos- y les pregunto acerca del probable origen de esas enseñas (…). Los indios revelaron que durante su infancia escucharon comentarios relacionados con una batalla que entre las tropas del rey y los patriotas (…) el entonces párroco de Macha, de apellido Aranibar (…) fue perseguido por los vencedores viéndose obligado a buscar refugio (...). Concluyeron expresando que fuel cura Aranibar ‘quien trajo estas banderas y colocó en el lugar que las vemos; desde entonces nadie las ha sacado”. [12]

El descubrimiento fortuito de las banderas, pone en evidencia la utilización de dos banderas en el ejército de Belgrano la azul y blanco y la otra con los colores rojo y azul, esta última de gran importancia para determinar el origen de la bandera Chicheña, la misma que habría pertenecido a un cuerpo auxiliar del ejército de Belgrano Por tanto es de suponer que en dicho cuerpo hayan participado chicheños, que al cese de hostilidades perpetuaron su uso en el Sur del país, como símbolo de redención y memoria perpetua de los que lucharon por la independencia

Finalmente se puede afirmar que, la bandera azul grana nació en la guerra de la independencia y fue adoptada por combatientes anticolonialistas, como símbolo de insurgencia subversiva frente a la corona, a 200 años de esas gestas heroicas la bandera azul y roja flamea en los chichas y de su origen se sabe muy poco.


[1] CAZÓN C. CHICHAS ORO Y SANGRE DE LA INDEPENDENCIA. La Paz SPC Impresores S.A. 2006. La Paz - Bolivia. Pag 37.
[2] FERNÁNDEZ C. Académica Correspondiente en B. Aires Instituto Güemesiano de Salta http://www.camdipsalta.gov.ar/INFSALTA/suipacha.htm

[3] MICHEL G. ESCUDO DE ARMAS DE TUPIZA. Talleres Gráficos Tupac Katari. 2001. Sucre – Bolivia.pag.123.
[4] Op.cit. Pag. 124
[5] Op. cit. Pag 126.
[6] Idem.
[7] Idem.
[8] GAMBA. MEMORIAS PARA LA HISTORIA DE LAS ARMAS ESPAÑOLAS EN EL PERÚ. Sociedad Tipográfica De HORTELANO V COMPAÑÍA. 1846
[9] FELLMANN VELARDE. HISTORIA DE BOLIVIA T1. Los Antecedentes de la bolivianidad. Los Amigos del Libro. 1968. La Paz – Bolivia. Pag. 349.
[10] ARNADE C. LA DRAMATICA INSURGENCIA DE BOLIVIA. URQUIZO LTDA. 1972. La Paz - Bolivia.

[11] VALENCIA A. HISTORIA POLÍTICA DE BOLIVIA TOMO 3. URQUIZO S.A. 1985. La Paz – Bolivia.

[12] ZARATE G. Revista Universidad. Las Dos Banderas del Segundo Ejercito Auxiliar Argentino.. Ed. Universitaria 1963. Potosí – Bolivia.